La semana anterior concluyó de la mejor manera posible para unos, aceptable para algunos y decepcionante para otros. Los infantiles sufrieron una dura derrota a domicilio en Salesianos por 11-0 en la segunda jornada liguera para los pequeños. Por otro lado, los cadetes se reencontraron con la victoria endosando un contundente 15-0 en casa ante La Unidad B, recuperando la confianza perdida la semana pasada en La Olímpica; mientras que los juveniles siguen en la senda del liderato, con una contundente victoria.
Los infantiles apostaron por un equipo dudoso, cuestionado por algunos aficionados pero que, indudablemente, está comenzando su andadura por fútbol 11 y que le queda bastante por andar. Pablo Escotto se ha hecho cargo de un equipo con muchos jugadores nuevos, y muchos otros que han fichado por otros clubes o que han subido a categorías más altas.
Los cadetes bapulearon al farolillo rojo del grupo con 15 goles que pudieron ser más, con Eduardo Conejo como único anotador de un hat-trick. Esta victoria sirve para dar un subidón de moral a una plantilla que necesita sentirse fuerte en casa, si quiere aspirar a la posibilidad de ascender al equipo hasta la primera categoría cadete.
Y nuestros queridos juveniles siguieron con su racha de goleadas, con un 4-0, en parte insuficiente, y en parte reconfortante. Y esque el equipo consiguió sobreponerse a un comienzo flojo, en el que el equipo estuvo distraído, para marcar tres goles rápidos. Eso sí, siempre con estilo y buen toque. Pero lo que pudo ser una gran goleada, se truncó con un penalty a favor (que no fue), que a la postre sería el 4-0. Nunca un gol a favor fue tan perjudicial, pero esque el infractor de la falta protestó de manera airada y desmedida, y provocó su autoexpulsión. Este hecho enacerbó a un público ya de por sí caliente, que amenazó al árbitro ante la impotencia del resultado. Un árbitro que no estuvo nada diplomático y que no hizo mas que provocar más y más a la afición haciendo alarde de falta de mano izquierda en un árbitro de la categoría. En mi más sincera opinión, un árbitro puede equivocarse una y otra vez, pero ante todo debe aguantar el tirón en una categoría tan problemática.
Esto perjudicó al equipo del colegio, ya que podría haber terminado el encuentro con una renta mucho más alta de la que concluyó en el acta.
Los goleadores fueron Parra (penalti), Isidro, Pacheco y Rivera.
Lo sentimos pero en la próxima entrada hablaremos sobre la victoria del equipo senior de basket.
Like a Rolling Stone - Bob Dylan
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